
Índice de Contenido
1
Somos esporas de tiempo rodeando a la flor de la vida.
Los corazones son campanillas atrayendo picaflores en ecos de sentimientos.
Las sonrisas son faros guiando barcos de emociones.
Tus ojos son fogatas dependientes del calor que recibimos en muestras de afecto.
Las manos echas para crear y componer a tu antojo.
Pero…nada basta al final porque es al cielo donde siempre vas a mirar.
2
La diferencia entre la lluvia y estás lágrimas es que bajo la primera bailamos..
Bailamos al son de las gotas al tocarnos, del agua escurriendo sobre nuestros labios, del frío llenando nuestras manos.
Nuestras sonrisas conectaban como pararrayos al cielo nublado.
Nuestros ojos eran anclas de un barco aferrados a la esperanza sobre mares de ilusiones.
Nuestros cabellos se enredaban entre humedades y corazones compartidos.
Que hermoso era sentir este Valls.
Qué bello era tararearte esa canción a la que le llaman amor.
3
Vengo a recordarte entre el viento y gaviotas, sobre esta misma orilla te contemplo una y otra vez.
El sonido del mar y el rojo del sol combinado como algodones de azúcar a un faro.
¿Recuerdas cómo era vivir sobre el horizonte?
Saltas de mi mente a mi lado en cada atardecer.
Tu vestido blanco favorito, tu cabello domando los mares, tu sonrisa avivando las olas y tus ojos durmiendo los cielos.
Será la noche mi clima favorito porque entre astros es cuando nos volvemos a ver…
Siempre como la primera vez.
5
Haz hecho lo imposible por amor.
Miraste al sol desafiante por su cariño.
Retaste a la luna por sus suspiros.
Te enfrentaste a las estrellas por sus deseos.
Alquilaste las nubes para sus sueños.
Todo por la sonrisa de lo que hoy es un anhelo.
5
Hay amores que viven de perder la dignidad.
Me arrastraba entre gotas de lluvia para intentar tocar las nubes.
Me llenaba de lágrimas sin cesar, solo vivía de sombras y comía los restos de tus caricias.
Me envolvías entre sentimientos de amor y angustia, esperando que me puedas desenredar.
Esperando que hagas volver a palpitar mi corazón como la primera vez.
Deseoso de un beso de aquel ser que una vez creí omnipotente.
Contando cada noche las estrellas deseando que regreses una vez más…
Hasta aquel día decidiste marcharte sin más, y me encuentro aquí, con el alma dispersada, con el corazón arrebatado, con la vida entre mis manos y una mirada perdida sin rumbo alguno.
No me vas a encontrar en nadie pero me vas a ver en todos lados por cada vez que decidiste mirar hacia atrás.