
Esos que los recuerdas en una parada de autobús, en una banca desgastada o en un parque de hojas marchitas.
Esos que ves al observar un atardecer, esos que recuerdas en nubes de clavel.
Esos amores perpetuos que aparecen en tus sueños cada luna llena, que te acompañan cada día apagado y cada noche fría.
Esos amores imperecederos que saltan de la memoria en un flashback de canciones o incluso en sonrisas pasajeras.
Esos amores interminables que apaciguas con momentos y ocasiones.
Esos amores que se convierten en una sombra del corazón.
Porque como dicen por ahí, siempre cambiamos el amor de nuestras vidas, por otro amor o por otra vida.
-1
La vida se basa en fuentes de inspiración.
Necesitamos creer en algo para seguir adelante.
Un dios, un ente, un corazón, una vida, un cariño.
Necesitamos el combustible que de popa a nuestras vidas, tenemos que ver hacia dónde ir, hacia qué cielo mirar.
Somos canciones que necesitan encontrar melodías para terminarse.
Somos corazones ardientes que necesitan llamas en las que extinguirse.
Somos algo para siempre en el efímero tiempo.
Somos almas en cuerpos diferentes una y otra vez.
Buscamos cariño, amor, compañía, esperanza, comprensión, sentido.
¿Duraremos? ¿Cuánto?
-2
No la extrañas, extrañas las caricias que recibías.
No la extrañas, extrañas el mensaje en las mañanas.
No la extrañas, extrañas quién te pase la toalla.
No la extrañas, extrañas las flores que te contaba.
No la extrañas, extrañas su sonrisa.
No la extrañas, extrañas ser la luz en sus ojos.
No la extrañas, extrañas caminar de su mano.
No la extrañas, extrañas como se dormía en tu pecho.
No la extrañas, extrañas cocinar junto a alguien.
No la extrañas…..extrañas una ilusión, un sueño, un fantasma.
-3
Poema de arena…
El viento acaricia mi rostro con punzadas de recuerdo en nuestra playa favorita la cual estoy orillando.
El sol, juez y verdugo de infinitos besos que nos dimos.
Las olas gritan a la par de las gaviotas y lo único que puedo hacer es mirarte en forma de sirena por el infinito horizonte.
Poco a poco el sol se va ocultando entre nubes para arroparse de su lado oscuro.
Las olas se calman, la arena se enfría y nuestras miradas desaparecen en el último rato de luz que el día brindó.
Empiezan a salir fantasmas del mar para hacerme compañía, cada vez es más agradable estar aquí…
La arena se torna negra de tantas pisadas trotamundos pero queda como lava impregnada en la tierra nuestras huellas.
¿Qué será de mi sin ti? Me preguntan las estrellas mientras miro a la luna, y solo puedo voltear para que el silbido de la noche acaricie mi cabello que tanto te gustaba tocar.
Al igual que un castillo de arena que a la nada volverá.
-4
La facilidad de controlar un corazón asusta.
Algunos como magos, otros como titiriteros.
Somos astronautas que aterrizamos en caricias colonizando sonrisas, atrayendo meteoritos de miradas chocantes y sincronizantes.
Somos demonios que caminamos sobre el pavimento y bailamos al son de latidos.
Somos una esencia agridulce que consumen a pesar del peligro.
Podemos crear un big ban en un alma, con solo un pensar.
Incluso desmaterializar lágrimas para que como cineasta vuelvas a billar.
-5
Seamos nada, eso dura para siempre.
Seamos como el sol y la luna, siempre se miran, pero casi nunca se encuentran.
Seamos un compás sin terminar, como notas de arcoíris con colores a millar.
Seamos esa canción que los astros siempre escucharán.
Seamos constelaciones unidas.
Seamos corazones ardientes juntos y formemos una fogata de amor.
Seamos la envidia de Adán y Eva.
Seamos una sola alma, cariño mío
Seamos esa historia en bucle para enamorarnos cada vez más.
Te quiero.
-6