
Se parece a una amiga mía
Es lo primero que puede concebir la mente de Christian, al encontrarse en las practicas del hospital. No era irrelevante el nombre de su amiga, si no el motivo por el cual se fija su vista en una chica como ella, de cabellera encantadora y sonrisa coqueta
—Eh Christian!! ¿Por qué la miras tanto?
Juan Diego, su mejor amigo apareció en la escena mirando también a la muchacha de cabello algo anaranjado algo alocado
—No hables tan alto Juan
Un amigo en común los presentó, el nombre de esa maravillosa mujercita era Cynthia. Ambos se sonrieron mutuamente, la chica pareció arrepentirse al acto, bajando la mirada un tanto confundida y apenada por lo que acabó de ocurrir entre los dos
Para Christian ella era muy bonita, con el mandil enmarcando las suaves y gráciles curvas femeninas y con un leve sonrojo en sus mejillas. Deseó hablarle, encontrándose con ella y con una de sus amigas, que lo mira de arriba abajo con mucha obviedad de por sí. Se pone rojo hasta las orejas antes de pedirle el número de teléfono, a lo que ella indiferente dijo
—Lo lamento, se me dañó el celular
Sintió sudar sus manos por el nerviosismo. Sentirse idiota no era para menos, porque le atraía esa chica
La dejó escapar, pero no sin último escuchar las palabras de la acompañante de su musa. Recién la conocía y ya la consideraba su musa
— Si tiene celular
Como si nada hubiera ocurrido puso los ojos en blanco y sonrió ladinamente mientras que en su interior miles de mariposas revoloteaban en su estómago. Rayos, no debía sentirse así, no con una chica como ella, que apenas habían cruzado palabras y ya se imaginaba toda su vida junto a ella
Metió sus manos en los bolsillos del pantalón antes de irse caminado por los largos pasillos del hospital a la espera de que en algún momento, que de esas simples palabras florezcan en algo más.